Historia de Procope Historia de Procope

Historia de Procope

En el número 13 de la rue de l'Ancienne Comédie, en el 6º distrito de París, se encuentra un lugar verdaderamente histórico, punto de encuentro y cita entre los más grandes artistas e intelectuales: el Procope.
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Los orígenes de Procope

Fue en 1670 cuando Francesco Procopio dei Coltelli, un joven siciliano de Palermo, se estableció en Francia y comenzó a trabajar como camarero en un pequeño café ubicado en el corazón de París, en Saint-Germain-des-Prés. Ambicioso, unos años más tarde decidió emprender su propio negocio comprando el establecimiento, que decoró de manera suntuosa para atraer a la adinerada clientela parisina.

Renombrado como Procope, el flamante establecimiento se convirtió rápidamente en uno de los cafés literarios más destacados de la capital. Los más grandes escritores e intelectuales del siglo XVIII, como Diderot, Voltaire, Montesquieu y d'Alembert, frecuentaban Procope, que se convirtió en una verdadera sede durante la Revolución Francesa. Musset y Verlaine compusieron algunas de sus prosas allí, y el "tout-Paris" terminó reuniéndose alrededor de las mesas del restaurante. Procope adquirió el estatus del café literario más grande del mundo, y durante más de 200 años, todos aquellos que tenían un nombre o aspiraban a hacerse uno, ya fuera en el mundo de las letras, las artes o la política, lo frecuentaban. Las mayores leyendas nacieron en este café: Diderot redactó algunos de los artículos de la Enciclopedia entre sus paredes, y Benjamin Franklin preparó el proyecto de una alianza entre Luis XVI y la nueva República, y se dice que escribió elementos de la futura Constitución de los Estados Unidos allí.

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Decoración original, lugar de encuentro de arte y letras

Estos fragmentos de historia se encuentran por todas partes en la decoración de Procope: el papel tapiz que data de 1830 y estampado con "Libertad, Igualdad" nos recuerda el nacimiento de la República, el intercambio epistolar entre Corneille y Colbert evoca las grandes amistades entre hombres de letras, y la campana de Marat representa el alma de la Revolución Francesa. Todo en este café invita al visitante a rememorar los buenos recuerdos de la historia: la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789 cubre las paredes de una de las salas, numerosos documentos originales evocando la Revolución están colgados en las paredes, y "Ciudadano" y "Ciudadana" están inscritos respectivamente en las puertas de los baños de hombres y mujeres. Un elemento destacado del café es el sombrero de Napoleón, que dejó allí y ahora se encuentra en el trono de la entrada. El techo del edificio y los balcones de hierro forjado del escaparate están actualmente catalogados como monumentos históricos. Intemporal, Procope sigue siendo la dirección imprescindible de París donde a las personalidades mediáticas, literarias y políticas les gusta dejarse ver.

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París ofrece a sus visitantes diversas facetas, de acuerdo al lugar visitado y del momento del día. Por lo que hay varias maneras de contemplar y amarla.