Mercado de pulgas de Saint-Ouen Mercado de pulgas de Saint-Ouen

Mercado de pulgas de Saint-Ouen

En las puertas de París, el Mercado de Pulgas de Saint-Ouen constituye la mayor concentración de anticuarios y vendedores de objetos de segunda mano en el mundo. Junto a las tiendas de antigüedades, abundan los comercios de ropa usada y artículos de fantasía en las calles estrechas de las Pulgas.

Un poco de historia...

A finales del siglo XIX, buscadores de tesoros, ladrones y chatarreros recorrían las calles de París en busca de botín. Harta de la situación, la municipalidad de París decidió tomar cartas en el asunto y expulsar a los indeseables de la capital. Los chatarreros optaron entonces por establecerse al norte de París, entre los muros de la ciudad y el pueblo de Saint-Ouen. El campamento creció y se transformó gradualmente. Las guinguettes (tabernas al aire libre) que se instalaron allí y las numerosas tiendas pequeñas que abrieron sus puertas hicieron rápidamente del lugar un destino popular donde a los parisinos y paseantes dominicales les gustaba pasear y tomar una copa. Entre 1905 y 1914, la prensa mostró un mayor interés en estos lugares únicos y contribuyó en gran medida a su reputación. Muchos comerciantes acudieron para abrir sus negocios. Así nació el Mercado de Pulgas.

Veinte años después, tras la Primera Guerra Mundial, los comercios se establecieron de forma permanente y se crearon los mercados Biron, Vernaison, Malik y Vallès. La música afroamericana importada de ultramar llegó a las puertas de París gracias a los gitanos que tocaban la guitarra en los mercados. A partir de entonces, el jazz manouche quedó profundamente ligado a la identidad de las Pulgas.

La segunda mitad del siglo XX vio cómo los anticuarios y coleccionistas reemplazaban a los antiguos chatarreros y feriantes que habían ocupado el lugar a principios de siglo. Surgieron nuevos mercados, cada uno con su especificidad: desde antigüedades de alta gama hasta trastos polvorientos, allí se puede encontrar de todo. Los parisinos adoran la atmósfera popular que reina en las Pulgas, con sus pequeños bistros, restaurantes, vendedores de ropa vintage y libros antiguos, juegos y guinguettes despreocupadas.

Las Pulgas hoy en día

El Mercado de Pulgas de Saint-Ouen se ha convertido en uno de los destinos más populares para los turistas en la región de Île-de-France, con millones de visitantes cada año que recorren las calles y los quince mercados del barrio de las Pulgas. Los visitantes son recibidos todos los sábados, domingos y lunes, durante todo el año. Todos acuden en busca del objeto insólito de sus sueños y para disfrutar de la atmósfera atemporal del lugar. Los siete hectáreas, los quince mercados y los cerca de 2000 vendedores de las Pulgas de Saint-Ouen siguen atrayendo a curiosos de todo el mundo. Los coleccionistas serios encontrarán lo que buscan gracias a la gran diversidad de tiendas en las Pulgas, mientras que los amantes de los paseos improvisados estarán encantados de recorrer sus pequeñas y populares calles llenas de vida. Este mercado está a veces cubierto, a veces al aire libre, y presenta dos tipos de vendedores: comerciantes que venden ropa (hecha a mano o de segunda mano) y anticuarios o vendedores de objetos de segunda mano.

Cuando vayas de caza de gangas, no dudes en regatear: forma parte del juego y perpetúa el espíritu de las Pulgas. Por último, puedes comer algo rápido en los puestos de comida o pequeños restaurantes donde la música del acordeón acompaña la comida. Entre ellos, "La Chope des Puces" es un pequeño café-restaurante que se ha hecho un nombre a lo largo de los años al organizar conciertos populares muy apreciados por los paseantes. ¡Es hora de ir a buscar tesoros! Solo tienes que mantener los ojos bien abiertos y buscar ese objeto que te haga suspirar.

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París ofrece a sus visitantes diversas facetas, de acuerdo al lugar visitado y del momento del día. Por lo que hay varias maneras de contemplar y amarla.