Historia de los Bateaux-Mouches de París
El origen del término «bateau-mouche»
El término «bateau-mouche» aparece en el siglo XIX… ¡pero no en París! Es en Lyon, en el barrio de la Mouche, situado a orillas del Saona, donde todo comienza. En 1862, dos emprendedores, Chaize y Plasson, construyen nuevas embarcaciones en sus astilleros. Estos barcos se asocian rápidamente con su lugar de origen y reciben el nombre de bateaux-mouches.
Plasson tiene entonces la idea genial de ofrecer sus barcos para la Exposición Universal de 1867 en París. Treinta bateaux-mouches son trasladados a la capital y seducen inmediatamente a los parisinos. Se convierten en un medio de transporte práctico, rápido y económico, adoptado incluso por celebridades de la época, como el zar Alejandro III y sus hijos.
La primera mención escrita de los bateaux-mouches data de 1887, bajo la pluma de Paul Bert, quien describe estos barcos de vapor que transportan de 300 a 400 pasajeros «por su rapidez y el bajo precio de los billetes». Muy lejos de los cruceros románticos que conocemos hoy, los bateaux-mouches eran entonces verdaderos transportes públicos en el Sena.
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La decadencia… luego el renacimiento
A partir de 1900, la apertura del metro de París marca el declive de esta navegación popular. Los barcos-mouches desaparecen casi por completo, hasta su renacimiento después de la Segunda Guerra Mundial.
Es Jean Bruel, un empresario visionario y lleno de humor, quien relanza el concepto. En 1950, funda la Compañía de Bateaux-Mouches de París, transforma el crucero por el Sena en una atracción turística e incluso inventa un fundador imaginario: Jean-Sébastien Mouche, presentado como colaborador del barón Haussmann y creador de los "mouchards". ¡Con este golpe de genio de marketing, el mito había nacido!
Hoy: un imprescindible de París
Hoy, los bateaux-mouches ya no son solo un medio de transporte, sino una experiencia turística imprescindible. Ya sea que elijas:
- Un bateau-mouche desde la Torre Eiffel para disfrutar de una vista impresionante,
- Una cena en bateau-mouche en París, romántica y refinada,
- Un almuerzo en bateau-mouche para descubrir el Sena a plena luz del día,
- Un crucero nocturno en bateau-mouche, mágico bajo las luces de la ciudad,
- Un crucero en los bateaux-mouches desde el Puente de Alma, punto de partida emblemático,
- O incluso un bateau-mouche barato para un momento accesible para todos.
Incluso es posible regalar un vale de bateau-mouche en París o consultar fácilmente el precio de los bateaux-mouches en París.
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