La Catedral de Notre Dame
Notre Dame de París es la catedral católica de la ciudad situada exactamente en la popular zona de la Isla de la Cité. Este edificio es uno de los monumentos góticos más importantes de París, y es que sus esculturas y vidrieras contrastan con detalles de un antiguo estilo románico. Su imponente fachada occidental cuenta con dos enormes rosetones de unos 13 metros de diámetro dominando completamente la plaza Jean-Paul II.
Según los historiadores de la ciudad, la actual catedral ocupa el mismo lugar que un antiguo templo galo-romano dedicado a Júpiter y que una basílica cristiana convertida en antigua catedral posteriormente. En 1160, el obispo Maurice de Sully decidió construir un nuevo templo siguiendo la tradición del arte gótico, una obra de la que se colocó la primera piedra allá por el 1163. El edificio sufrió diferentes ampliaciones hasta 1345, convirtiéndose la catedral en un lugar testigo de acontecimientos tan importantes como las pruebas de Juana de Arco o la coronación de Napoleón en 1804. Tras la Revolución, una importante restauración se llevó a cabo entre los años 1844 y 1864 a cargo del arquitecto Viollet-Le-Duc quien toma la iniciativa de renovar el edificio.
Actualmente, Notre Dame es el monumento más visitado de todo París. Se puede acceder y subir fácilmente a las torres para disfrutar de una imponente vista de toda la capital francesa y para encontrar las estatuas de gárgolas y bestias fantásticas que se encuentran en las alturas del templo. Inspiradas en la inquietante atmósfera de la Edad Media, las quimeras solamente sirven como decoración mientras que las gárgolas están encargadas de evacuar el agua de la lluvia, un espectáculo bastante recomendable.
También se puede acceder a la cripta y a las torres con el pase de museos de París.