Historia del French Cancan

A principios del siglo XIX, estaba de moda tanto en público como en privado, celebrar bailes en hoteles donde la burguesía parisina de la Belle Époque disfrutaba congregándose. Es en este contexto cuando apareció por primera vez el chahut o chahut-cancan, conocido posteriormente como cancán o coincoin, un galope que se bailaba en pareja en bailes y cabarés. En aquel entonces, las mujeres lo bailaban de manera atrevida, incluso licenciosa, vistiendo largos vestidos que revelaban ligeros enaguas y pantalones divididos. Cuando levantaban la pierna, la vestimenta se volvía sumamente erótica. Al principio, el cancan fue visto con recelo por los defensores de la moral tradicional, y la práctica estaba limitada a chicas con "costumbres sueltas".

En 1850, Céleste Mogador, la estrella del establecimiento de baile Le bal Mabille, tomó el fenómeno del "cancán" y lo suavizó para propagar su popularidad. El nuevo baile resultante duraba un poco más de diez minutos, durante los cuales las mujeres brincaban y se contoneaban en filas, una al lado de la otra, frente a los espectadores, al ritmo de la música frenética. Se mantuvieron los volantes de los largos vestidos, pero esta vez escondían calzones cerrados debajo. Este cancan moralmente más aceptable por las autoridades fue entonces rebautizado como el French Cancan.

Su popularidad también se debe a bailarinas como La Goulue, una famosa artista del Moulin Rouge, que estableció las reglas del cancan tal como lo conocemos hoy. Pero fue otra gran bailarina del Moulin, Nini Pattes en l'air, quien, después de 1894, fue la primera en enseñarlo. Así, es dentro de las paredes del molino en la colina de Montmartre que el French Cancan adquirió su fama, que nunca ha perdido desde entonces. El Moulin Rouge y sus bailarinas continúan deslumbrando a sus visitantes hasta el día de hoy.

El French Cancan también agita el escenario de otro cabaret, el Paradis Latin, ¡donde las bailarinas llenas de energía nunca dejan de sorprenderte con sus coloridas actuaciones! Las acrobacias de las bailarinas fascinan a los espectadores, y sus llamativas faldas hacen que las cabezas giren. Desde abril de 2015, puedes presenciar otra demostración de French Cancan en el Lido de París.

Como parte de la cultura popular, las reglas del French Cancan son bastante flexibles y pertenecen a todas aquellas que lo bailan. La versatilidad de los pasos también se debe a que no hay una escuela que enseñe el cancan, excepto las de Grille d'Égout y Nini Pattes en l'air. Sin embargo, algunos pasos han permanecido iguales para todas, ¡como el famoso movimiento de piernas en el aire, con todos los volantes levantados!

El French Cancan se exportó rápidamente al extranjero gracias al productor inglés Charles Morton, quien deseaba atraer a los angloparlantes mostrándoles la libertad sexual a la francesa. Los espectadores ingleses y estadounidenses de la época rápidamente se volvieron ávidos de este baile que, a sus ojos, simbolizaba no solo los excesos de la capital francesa, sino también el sentimiento de despreocupación y la alegría de vivir que reinaba en la Belle Époque.

El cancan sigue cristalizando en la actualidad la imagen de un París frívolo y festivo, donde la diversión, la provocación y la emancipación son las palabras clave. El cancan es además el símbolo, para algunos, de los primeros indicios de liberación sexual y emancipación de la mujer. ¡Porque esta vez es ella quien seduce y lidera el baile!