Auteuil

En un ambiente encantador y algo distinguido, el pequeño rincón tranquilo de París conocido como "Village d'Auteuil" inspira a muchos paseantes. Sus rincones naturales, callejuelas floreadas, villas privadas a veces escondidas al final de pequeños patios y su sorprendente arquitectura Art Nouveau sorprenden y encantan por igual.

La sede de la alta sociedad parisina

Delimitado por el área entre la Porte de Saint-Cloud y la estación de metro Jasmin, el Village d'Auteuil abarca gran parte del sur del 16º distrito. Muy pronto, este pequeño rincón campestre atrajo a artistas en busca de inspiración y a los grandes intelectuales que les gustaba discutir y debatir, contribuyendo así en gran medida a su reputación. En el siglo XVI, Molière y su amigo Boileau se reunían allí para intercambiar ideas, escribir y debatir. Racine, La Fontaine, Lully, La Bruyère y muchos otros se reunían en la residencia de Molière, cenaban en la posada del "Mouton Blanc", ubicada en el número 40 de la Rue d'Auteuil y cuyas puertas todavía están abiertas en la actualidad. En el siglo XVII, ricos propietarios decidieron establecerse allí, al igual que el Cardenal de Richelieu, quien compró el castillo del Coq y luego lo ofreció al rey. Luis XV lo convirtió en su "casa de campo", magníficamente decorada con tapices y bordados. En el siglo siguiente, el salón literario de Madame Helvétius recibió a las mentes más destacadas de la época: Diderot, d'Alembert, Condillac, Malesherbes, Turgot... Fue la era de la Ilustración y de lo que se llamó pomposamente el "Círculo de Auteuil".

Auteuil, lugar de descanso

Durante el siglo XIX, bajo el reinado de Napoleón III, el Village d'Auteuil fue cambiando gradualmente su aspecto, gracias al celo del barón Haussmann, quien quería unir a París estos pequeños pueblos situados en los alrededores de la capital: Chaillot, Passy, Auteuil... todos fueron objeto de la política de anexión tan querida por el barón. Con el tiempo, las grandes fincas desaparecieron, pero el ambiente rural, las lujosas mansiones, las encantadoras villas, las pequeñas casas de estilo provincial y las calles privadas sobrevivieron a las remodelaciones urbanas que afectaron a París. Y con ellos, la sensación de vivir en un mundo un poco aparte, protegido de la ciudad vecina, se mantuvo intacta. La belleza campestre de Auteuil sigue siendo muy apreciada hoy en día, y los parisinos más acaudalados continúan estableciendo allí su "casa de campo".

Si eres aficionado a buscar tesoros en el mercado, visita la "Avenue de Versailles", donde se celebra un encantador mercado todos los martes, jueves y domingos. Para admirar algunas maravillas arquitectónicas de estilo Art Nouveau, camina por la "Rue Boileau". Descubrirás la primera curiosidad en el número 62, donde se encuentra un edificio muy atípico: la "Embajada de Vietnam". A pocos pasos de distancia, en el número 40, se encuentra el Hôtel Danois, un edificio que combina de manera armoniosa el Art Nouveau y la arquitectura oriental, y que alberga la "Embajada de Argelia". Echa un vistazo a la izquierda de la embajada para ver el "Hameau Boileau", una espléndida propiedad privada que desafortunadamente no está abierta al público.

En las cercanías de la Porte d'Auteuil, los amantes del deporte pueden disfrutar del Parc des Princes, el estadio oficial del club de fútbol Paris Saint-Germain, así como de las canchas de tenis de Roland Garros, donde se celebra el famoso torneo entre la última semana de mayo y la primera semana de junio.

El Jardin des Serres d'Auteuil

A solo dos minutos a pie de la estación de metro Porte d'Auteuil, se encuentra el Jardin des Serres d'Auteuil, un jardín botánico abierto al público. Con una superficie de 7 hectáreas y organizado en torno a un amplio parterre de estilo francés, estos invernaderos de estilo romántico abrieron en 1895 para cultivar plantas destinadas a embellecer los parques, plazas y otros espacios públicos de París.

Hoy en día, el jardín cuenta con una magnífica colección de plantas y árboles raros, así como con un palmarium y una hermosa voladera. El pabellón tropical está repleto de palmeras, pájaros y carpas japonesas. El Jardin des Serres d'Auteuil ofrece una experiencia completamente diferente, combinando la gracia de un jardín francés, la elegancia de una arquitectura de finales del siglo XIX y la exotismo de las plantas tropicales de lejanos horizontes.